06 Ruta Plata (San Pedro - Granja de Moreruela)

6ª Etapa. San Pedro de Rozados - Granja de Moreruela
Distancia: 138 Km
Desnivel: 1040 m
Tiempo pedaleo: 7h 56min
Hora Salida: 8.00h
Hora Llegada: 18h 20min
Velocidad media: 17,4 Km/h
Mapa Etapa 6ª Vía de la Plata: San Pedro de Rozados - Granja de Moreruela
Cuando salí de Cadiz mi objetivo más optimista era llegar a León pero sin embargo me voy acercando a esta meta y casi estoy seguro de que tendré tiempo de continuar hasta Gijón. No obstante, tampoco quiero pecar de imprudente y con la experiencia de lo sucedido en el Camino Francés prefiero no hacer muchos planes e ir disfrutando día a día, sabiendo donde empiezo pero no donde terminaré.
Aunque durante los primeros kilómetros del día me cuesta coger postura sobre la bici, no me encuentro excesivamente cansado si tenemos en cuenta los kilómetros que ya llevan las piernas. Por eso me gusta empezar el día pedaleando tranquilamente, más como si estuviera dando un paseo que como si tuviera que hacer más de cien kilómetros en el día.
El día ha amanecido gris, fresco y con neblina así que para mi, que prefiero el calor al frío, todavía se me hace más duro la mañana, aunque el camino es muy cómodo y avanzo a buen ritmo, rodeado, como viene siendo habitual, de ganaderías, algunas de ellas bravas.
Hoy pasaré por dos de las pocas capitales que me quedan por visitar, Salamanca y Zamora. Y como mi amigo Richar estuvo unos cuantos años estudiando en Salamanca le escribí ayer para que me dijera los lugares que no puedo dejar sin visitar teniendo en cuenta que la visita va a ser fugaz. Para mi suerte me dice que los monumentos más importantes de Salamanca se encuentran muy cerca unos de otros y que me pillan de paso. 
Teso de Aldeatejada
Salamanca se encuentra a 25 Km de mi punto de partida pero dado que el camino es en descenso llego cuando apenas llevo hora y media pedaleando, y eso teniendo en cuenta que también he parado a hacer un par de fotos.
Salamanca - Iglesia nueva del Arrabal

Salamanca le recibe a uno con el puente romano sobre el río Tormes que ya da una idea de lo que vamos a encontrarnos al entrar en la ciudad. Nada más que en el puente yo me entretuve un buen rato.
Salamanca - Puente Romano
Apartando la vista del propio puente y echando un vistazo sobre la ciudad, resalta la Catedral de la Asunción de la Virgen.
Salamanca - Catedral de la Asunción al fondo

Y una vez cruzado el puente me dedico a callejear y pararme en cada esquina a admirar todo lo que Salamanca le ofrece al visitante.
Salamanca - Catedral de la Asunción de la Virgen

Salamanca - La Clerecía
Salamanca - Casa de las Conchas
Salamanca - Plza del Corrillo - Iglesia de San Martín de Tours
Salamanca - Plaza Mayor
Salamanca - Iglesia de San Marcos
Tras un buen rato deambulando por el centro de Salamanca toca dejar de hacer turismo y continuar la marcha
Al dejar atrás Salamanca abandonamos las tierras de dehesas y la vía de la plata más genuina e histórica, bajo mi punto de vista. Si tuviera que elegir una zona de entre toda la ruta, elegiría el tramo Mérida-Salamanca por su historia, su autenticidad y su entorno. Aunque también he de reconocer que cualquier recorrido merece la pena hacerlo.
Ahora se recorren grandes zonas de cultivo, generalmente campos de cereal y el recorrido es fácil lo cual me hace avanzar a buen ritmo. Acostumbrado a las largas distancias entre los pueblos de las dehesas ahora los pueblos se intercalan cada poco tiempo. A destacar el paso por Castellanos de Villiquera con su bonita iglesia de San Juan Bautista.
Castellanos de Villiquera - Iglesia de San Juan Bautista

En Calzada de Valdunciel me sorprende encontrar un frontón.
Calzada de Valdunciel

Calzada de Valdunciel - Iglesia de Santa Elena
Ahora el camino se dirige al encuentro de la Autovía, lo cual significa que abandonaremos los campos de cereal para tener la aburrida compañía del asfalto.
Al observar la velocidad con la que los coches recorren la autovía y compararla con la lentitud a la que me muevo tengo la sensación de estar en una mundo paralelo al real en el que he abandonado la prisa y el estrés para sumergirme en la historia, la naturaleza y el sosiego.
El camino me lleva a cruzar el Arroyo de la Encina pero me resulta imposible ya que no encuentro ningún paso por donde hacerlo así que no me queda otra que salir a la carretera N-630 y tras cruzar el Arroyo volver al trazado original. Al llegar a El Cubo de Tierra del Vino se deja la compañía del asfalto para volver a los caminos rurales y parcelarias. Durante unos kilómetros circulamos junto a las vías de un tren que hace ya muchos años que debió de dejar de circular dado el tamaño de la vegetación que ha crecido sobre el trazado.
En las cercanías de Villanueva de Campeán encontraremos algunos miliarios modernos.
Cuando me quiero dar cuenta ya estoy en las cercanías de Zamora. Y hoy parece que va todo relacionado con el frontón porque la primera iglesia en la que paro se llama Iglesia de San Frontis
Zamora - Iglesia de San Frontis
Cuando llego a la orilla del Duero y veo Zamora descubro una ciudad que me sorprende. Zamora era una de las ciudades que a priori no me llamaba la atención conocer y sin embargo, ya desde la orilla de en frente me di cuenta de lo equivocado que estaba y de lo impresionante que es. También me sorprende que para la belleza que guarda está muy poco promocionada y es muy poco conocida.

Zamora
Y si ya sin cruzar el Duero Zamora impresiona, cuando uno se sumerge en sus su bullicio sólo se puede pensar en callejear y descubrir todos los secretos que esconde.
Zamora - Iglesia de San Pedro y San Ildefonso

Catedral de Zamora
Castillo de Zamora
Parador de Zamora
Ayuntamiento viejo de Zamora
Zamora - Iglesia de San Juan Bautista
Zamora - Palacio de los Momos
Zamora - Iglesia de Santiago
Abandono Zamora pensando que esta ciudad ha entrado en mi lista de ciudades más bonitas de España y parte del extranjero y voy todavía embebido en mis pensamientos sobre Zamora cuando ya estoy lejos de esta impresionante capital. El día ha cambiado mucho así que a la salida de Zamora aprovecho para ponerme de corto que llevo un rato asado de calor pero con pocas ganas de cambiarme de ropa.

Dejo a un lado Roales sin entrar ya que esta zona no parece tener nada interesante y entro nuevamente en un camino de parcelaria a través de campos de cereal. La siguiente población que alcanzo sin mucho esfuerzo es Montamarta.
Montamarta - Iglesia de San Miguel
Al salir de Montamarta hay que cruzar el cauce seco del embalse de Ricobayo con la bonita estampa de la Ermita Virgen del Castillo en frente.
Montamarta - Ermita Virgen del Castillo
Tras zigzagear con la autovía y antes de llegar a Fontanillas de Castro se encuentran las ruinas de Castrotorafe a la orilla del Esla. Me impresionan los restos de semejante fortaleza y todavía me impresiona más el estado de abandono en el que se encuentra lo que un día debió ser una fortaleza imponente.
Ruinas de Castrotorafe
Pensé en acercarme hasta las ruinas pero mi desconocimiento del lugar me hizo seguir adelante sin descubrir la historia que encierran. Pensando en lo que había dejado atrás y lo que debió ser en otro tiempo llego a Fontanillas de Casto.
Fontanillas de Castro
Sigo adelante y poco después, tras cruzar un arroyo, llego a Riego del Camino.
Riego del Camino - Parroquia de San Cristobal
A la salida de Riego se encuentra un curioso y antiguo silo de almacenamiento de cereal.
Riego del Camino - Silo de almacenamiento
El Camino vuelve a zigzagear con la Autovía para llegar a Granja de Moreruela a media tarde. A buena hora de darme una ducha tranquilamente e irme a tomar algo al único Bar abierto, que será también en el que cene. 


En Granja de Moreruela se bifurca el Camino en el Sanabrés que va hacia  Orense y la vía de la plata que sigue hasta Astorga donde se encuentra con el Camino Francés para seguir hasta Santiago.
La etapa de hoy se puede decir que ha sido relativamente fácil y rápida, prueba de ello son los casi 140 Km que he hecho con media de 17,4 Km/h con apenas 1.000 m de desnivel positivo. Así que se podría decir que la única dificultad del día es la distancia y los kilómetros acumulados en las piernas.
He notado un gran cambio al pasar Salamanca ya que hasta ahí el Camino me ha parecido mucho más histórico y fiel a la Vía de la Plata original.

05 Ruta Plata (Galisteo - San Pedro de Rozados)

5ª Etapa. Galisteo - San Pedro de Rozados
Distancia: 119 Km
Desnivel: 1534 m
Tiempo pedaleo: 8h 5min
Hora Salida: 8.10h
Hora Llegada: 19h 00min
Velocidad media: 14,7 Km/h
Mapa 5ª Etapa Vía Plata: Galisteo - San Pedro de Rozados
Como sólo éramos cuatro personas en el albergue la noche ha sido tranquila y he dormido plácidamente. Salgo sobre las 8 de la mañana cuando todavía hace fresco y doy los primeros pedales mientras me voy terminando de desperezar y con el cuerpo dolorido por tanto esfuerzo acumulado. Atravieso las impresionantes murallas entrando por la puerta del rey, subo hasta el centro de Galisteo y cruzo todo el pueblo.
Galisteo
Cojo un camino de tierra que me lleva a una carreterilla que prácticamente es una aburrida recta que discurre entre campos de cereal. 
Abandono esta carretera al llegar a unas fincas recreativas, todas ellas con su piscina, y enseguida llego a Carcaboso.
Carcaboso

Tras desayunar, continuo el viaje por un bonito camino rodeado de campos y prados con abundante ganado bobino, y por donde circulo cómodamente y a buen ritmo. Llego a una carreterilla y la cojo unos metros a la izquierda para enseguida dejarla tras cruzar una cancela. Tras cruzarla me encuentro una fuerte subida, aunque corta, y me adentro en una impresionante dehesa. Enseguida hay que abandonar el ancho camino y tomar una senda que recorre un espectacular entorno en lo que será uno de los tramos más bonitos de esta ruta.

Esta senda discurre junto a un murete de piedra que en un momento dado hay que cruzar. El camino va en continuo ascenso pero dada la belleza del entorno y lo que voy disfrutando del recorrido avanzo con apenas esfuerzo. Se sumerge uno en la naturaleza y sólo se rompe la magia al cruzar la carretera CC-12.2.
Y para terminar de completar el espectáculo, se llega a las ruinas de Cáparra. La sensación que le entra a uno al cruzar bajo su arco es indescriptible. Me detengo a contemplar las ruinas y disfruto en soledad, ya que no hay un alma, imaginando como sería este lugar en pleno esplendor.
Cáparra

Tras recorrer todas las ruinas, en una larga parada, no queda otro remedio de continuar la marca, aunque es un lugar que atrapa y cuesta dejar atrás.
Menos mal que el camino sigue siendo espectacular, rodeados de una interminable dehesa, y cruzando de vez en cuando algún arroyo.

Finalmente nos encontramos con el asfalto que nos recuerda que nos aproximamos a la civilización y abandonamos el entorno de cuento de hadas que hemos estado recorriendo durante unos intensos kilómetros. En realidad todavía quedan un buen tramo, alternando camino y asfalto, para llegar a Aldeanueva del Camino. En el tramo final me encuentro con alguna buena cuesta que me hace esforzarme un poco, pero todo queda compensado por la belleza natural que me rodea.
Aldeanueva del Camino

Después nos encontramos con el Embalse de Baños y poco más adelante con Baños de Montemayor, donde se puede decir que comienza la dura subida a Puerto de Bejar. A pesar de los famosos Balnearios de Baños no hago parada y afronto la subida. Claro está que los romanos ya tenían bastante con empedrar los caminos, pero intentar imitarles en el siglo XX con unas losas de piedra modernas sólo hace dificultar la circulación en bicicleta, y teniendo en cuenta la fuerte pendiente de la cuesta, el puerto se sube a ritmo lento. 
Baños de Montemayor - Crucero

Termina el ascenso cuando el Camino nos lleva sobre el asfalto de la carretera, lo que también marca el límite regional y adentrándonos ahora en Castilla León. Y como todo lo que sube tiende a bajar, me lanzo a un vertiginoso descenso, en principio por carretera y luego por camino, que termina al alcanzar el Puente de la Magdalena que cruza sobre el río Cuerpo de Hombre.
Puente de la Magdalena

Paralelo a la carretera discurre el camino que recorriéndolo tranquilamente, admirando el paisaje e imaginando quién y como pudo recorrer previamente está vía, nos lleva a La Calzada de Bejar. No obstante, antes de llegar a La Calzada de Bejar, tras dejar la compañía del asfalto, se encuentra una cuesta imposible de subir sobre la bici y que te hace llevarte un buen calentón. Recorro La Calzada de Bejar sin parar más que para hacer una foto.
La Calzada de Bejar

Casi sin esfuerzo, por el placer que supone recorrer este camino, se llega a Valverde de Valdelacasa, recorriendo campos de cultivo que alternan con encinares de dehesa.
Valverde de Valdelacasa

El camino va en progresivo ascenso y por asfalto se llega a Valdelacasa, donde tampoco paro. Aunque las distancias entre pueblos en algunos casos son grandes los kilómetros avanzan rápidamente ya que generalmente el recorrido no es muy duro y cuando uno no va embebido pensando en como hubiera sido recorrer este camino en tiempos de los romano, se embriaga con el paisaje que se recorre, con lo que la monotonía que en otras rutas se hace tan pesada, en este caso desaparece y el cansancio apenas aparece en ningún momento. 
El siguiente pueblo en aparecer es Fuenterroble de Salvatierra, donde hago un alto en el camino para reponer fuerzas.
Cuando uno despierta del sueño en el que va metido y alza la vista ve a lo lejos unos molinos eólicos sobre el Pico Dueñas, que desde la distancia parece que se superará sin excesivas dificultades. Sin embargo, conforme nos vamos acercando a los molinos la pendiente aumenta, el camino se estrecha y las dificultades incrementan. Finalmente el Camino se convierte en una tortuosa senda por donde por momentos hay que bajarse de la bici para poder avanzar.
Subiendo al Pico Dueñas

Al final, con bastante más esfuerzo del que presuponía alcanzo la cima cuando llego a la altura del último molino. Se trata de la cota más alta de la Ruta de la Plata y pararse a echar un vistazo alrededor bien merece la pena.
Pico Dueñas

El descenso es más sencillo y mucho más rápido, aunque o es muy largo. Camino de San Pedro de Rozados circulamos junto a una gran ganadería de toros bravos, que aunque se divisan en la distancia, imponen bastante. El porte de estas fieras es majestuoso y muestra fuerza en todo su esplendor, aunque se comportan de la manera más dócil en su pasear por la dehesa.
San Pedro de Rozados