04 Ruta Plata (Mérida-Galisteo)

4ª Etapa. Mérida-Galisteo
Distancia: 146 Km
Desnivel: 1525 m
Tiempo pedaleo: 8h 39min
Hora Salida: 8.00h
Hora Llegada: 18h 30min
Velocidad media: 18,1 Km/h

Mapa y Perfil de la 4ª Etapa: Mérida-Galisteo

Como me costó coger el sueño en el albergue de Mérida! Y es que no sólo es que estuviese atestado de gente sino que hizo un calor insoportable así que no puedo decir que haya descansado placenteramente.
Esta noche he entendido que en las ciudades grandes los albergues están atestados de gente, pero no de peregrinos sino de turistas lowcost por lo que en la medida de lo posible intentaré evitar hacer noche en las capitales o buscarme un hotel donde descansar plácidamente.
Una vez que recojo todos los bártulos comienzo a dar pedales junto al Guadiana para cruzar Mérida y llegar a los restos del acueducto de los Milagros. Dicho acueducto tenía como función principal suministrar agua al lado Oeste de la ciudad.​ El punto de captación de agua se situaba en el embalse de Proserpina, desde donde nacía una conducción que serpenteaba a lo largo de casi 12 kilómetros. La conducción discurre sinuosa bajo el suelo siguiendo la curva de nivel con una ligera pendiente. Es en su mayor parte una galería subterránea excavada en roca viva, salvo en los pasos sobre algunos arroyos que se salvan con pequeñas arquerías en alzado. En la parte final de la conducción es donde se sitúa la arquería más famosa, cuando se salva el río Albarregas, para lo cual se tuvo que construir una serie de pilares, que constituyen la parte más vistosa.
Acueducto de los Milagros

Abandono Mérida por la Avenida del Lago hasta que encuentro un carril bici que cómodamente, aunque va en ascenso, me lleva hasta el Embalse romano de Proserpina. 
Me detengo a contemplar esta maravilla de la tecnología romana y a hacer unas fotos un buen rato.
Embalse de Proserpina

Tras este momento de asueto continúo rodeando el embalse por un camino junto al agua hasta que el Camino nos obliga a tomar una vieja carretera sin tráfico durante unos 2 kilómetros. Al abandonar esta carretera cojo un camino por la izquierda que me lleva en continuo aunque suave ascenso a El Carrascalejo. 
A la salida de este pequeño pueblo que parece fantasma pues no encuentro a nadie en mi camino se pasa junto a un merendero a la altura de un cruce de caminos donde hay plantado un crucero. Seguimos por el camino que al alcanzar la antigua carretera para después cruzar bajo la autovía de la plata y enseguida llegar a Aljucen tras un rápido descenso.
El Carrascalejo

Al dejar atrás Aljucen y cruzar el río con el mismo nombre por la carretera N-630 se entra en el Parque Natural de Cornalvo. 
Aljucén. Iglesia de San Andrés
Justo al abandonar la nacional y tomar el camino podemos encontrar los restos del Puente romano de Trajano que otrora cruzaba el río Aljucen. Me detengo un buen rato contemplando estos restos arqueológicos e intentando escudriñar entre la espesa vegetación lo que queda de esta obra en el río. 
Aljucén. Restos del Puente Romano
Ahora nos encontraremos más de 10 km de continuo ascenso por un terreno típico de deshesa con árboles dispersos, que aunque no presenta rampas con pendientes endiabladas si que supone un considerable esfuerzo. Cuando me estaba preparando para reanudar la marcha me adelantan dos bicigrinos con los que me sucederá algo curioso. Resulta que consigo darles alcance y hablamos brevemente, pero aún habiendolos alcanzado sin mucho esfuerzo, no puedo continuar a su ritmo y me descuelgo. Poco más tarde les adelanto al haberse parado y luego me dan alcance. A partir de este momento me empiezo a encontrar pletórico y ahora son ellos los que no consiguen aguantar mi ritmo y los dejo atrás. 

Al alcanzar la cima ya vemos casas dispersas que nos indican la cercanía de Alcuescar, ya en la provincia de Cáceres, donde, aunque el Camino no entra en la población, yo si lo hago para tomar un tentempié. Cuando me encuentro sentado en la calle comiendo algo llegan los dos bicigrinos anteriores, intercambiamos unas palabras y ellos siguen camino. Va a ser que el ritmo con el que he subido anteriormente era, por lo menos, un punto más del que debería haber llevado y tardo un rato en reponer fuerzas para continuar.
Cruz del Niño Muerto

El Camino ahora tiende a bajar así que se rueda rápido por paisaje típicamente extremeño hasta el siguiente pueblo que es Casas de Don Antonio. Tras cruzar el río Ayuela por un bonito puente me encuentro a la entrada una especie de parque con los resto de un molino de aceite. 
Casas de Don Antonio. Puente de Ayuela

Circulo junto a la carretera N-630 hasta las inmediaciones de Aldea del Cano aunque el Camino no lleva al pueblo sino que va en busca de la Autovía y cruzar bajo ella. 
Miliario, el XXVIII, conocido como el “miliario del correo”

Puente de Bencáliz
Vamos recorriendo una bonita dehesa cuando en medio de la nada aparece un pequeño aeropuerto, Aeródromo de la Cervera, que se cruza por el medio, echando un ojo de que no aparezca tráfico aéreo porque, de hecho, había movimiento de ultraligeros. 
Aeródromo de Cervera
Poco después llego a Valdesalor, pueblo que paso de largo ya pensando en comer cuando llegue a Cáceres en apenas 10 Km.
Valdesalor. Puente viejo de la Mocha
Para llegar a Cáceres hay que superar el Puerto de las Camellas, aunque no es muy exigente. Hace no mucho que tuve la oportunidad de hacer noche en Cáceres y me encantó así que cruzo la ciudad disfrutando de cada rincón, especialmente de su centro histórico y como en su Plaza Mayor con vistas a la Torre Bujaco y las murallas árabes.
Cáceres. Plaza Mayor
A la salida de Cáceres hago una parada para comer y reponer fuerzas junto a la plaza de toros. Se llega a Casar de Cáceres 10 Km más adelante en un recorrido sin mucha historia. 
A la salida de Casar de Cáceres se puede contemplar una cabaña de pastores de forma circular.
Casar de Cáceres

El trazado original de la Calzada Romana se aprecia perfectamente aún en varios tramos entre Casar de Cáceres y el Embalse de Alcántara.
Miliarios

Al acercarnos al Embalse de Alcántara, las obras del AVE han modificado el recorrido haciendo que tengo momentos de dudas hacia donde dirigirme. El camino que cojo me lleva a la carretera N-630 para cruzar los ríos Almonte y Tajo. El puente de Alconetar que antiguamente sería para este propósito perdió su importancia histórica y uso con la construcción de la N-630. Durante la construcción del Embalse, los restos del puente se reubicaron seis kilómetros más al norte y fuera del paso del Camino, salvo que se continúe por carretera. 
Embalse de Alcántara

En medio del embalse, y parcialmente sumergida en sus aguas, se contempla la Torre de Floripes que formaba parte de una fortaleza levantada por los romanos sobre un castro celta en la confluencia de los ríos Tajo y Almonte.
Tras cruzar el Tajo, desde donde también se observan las imponentes obras del puente del AVE sobre el río, enseguida se abandona la comodidad del asfalto para retomar la calzada original. Este tramo es realmente duro, por la pendiente del propio camino y por el estado del mismo ya que presenta mucha piedra suelta. No obstante se puede decir que prácticamente es ciclable en su totalidad, salvo algún pequeño tramo de duro empujing. Y así recorriendo una paraje sin apenas vegetación arbórea nos acercamos a Cañaveral.
Tras atravesar Cañaveral se continúa por la carretera N-630 hasta que se llega a una rotonda y poco más adelante se abandona por un camino a la izquierda y hacemos frente a la subida al puerto de los Castaños. Poco antes de coronar el puerto nos vamos a encontrar con un pequeño tramo imposible de superar sobre la bici, por lo que me toca hacer un poco de empujing nuevamente.
Superada esta dificultad atravesamos un bonito y cómodo tramo de alcornocales. Aquí cojo una ruta alternativa a la que actualmente está marcada y que se suponía que era más antigua y original. No dudo de que fuera más antigua y original, pero me pareció muy poco interesante por lo que no la recomiendo.
Finalmente llego a la localidad de Galisteo, con su bonita muralla, donde finalizo el día.