5 Vuelta Navarra Isaba - Roncesvalles

Distancia: 79,2 km
Velocidad media: 15,1 km/h
Hora de inicio: 6.55 h
Hora final: 15.25 h
Tiempo sobre la bici: 5 h 18 min
Desnivel positivo: 1.655 m
Mapa y Perfil de la 5ª Etapa Vuelta Navarra Isaba-Roncesvalles

Ayer al bajarme de la bici al llegar a Isaba note un fuerte dolor en el talón y por la tarde, paseando por el pueblo, me costaba andar. Se trata precisamente del tendón de Aquiles que me rompí hace unos años así que me asusté un poco, aunque preferí pensar que se trataba simplemente de unas molestias. Hoy, cuando me he levantado, compruebo que las molestias, lejos de desaparecer, me han ido a más y tengo todo el talón bastante inflamado. Me duele bastante al andar así que me tomo bastante rato sopesando si tengo que abandonar.

Como uno es cabezón a más no poder decido intentar montarme sobre la bici y ver si soporto el dolor. Veo que si al pedalear no muevo el tobillo no siento dolor así que no puede ser que tenga nada roto. Y autoconvenciéndome de que estoy bien empiezo la jornada de hoy.

La primera parte de la etapa discurre por asfalto, por la carretera NA-140, así que puedo ir calentando y tomándomelo con calma sin avanzar muy despacio. Llego a Uztárroz en continuo ascenso pero sin que sea dura la subida.

Uztárroz
Río de Uztárroz
Y sigo subiendo el puerto, e incluso aumentando la pendiente a medida que voy avanzando, aunque al circular por carretera voy con buen ritmo.
Encuentro, junto a la carretera, varios puentes muy antiguos que supongo que serán los restos del camino original que recorría estos parajes hace ya muchos años. Hay que ver como han cambiado los tiempos, porque por esos puentes apenas cabe un carromato así que no debía tener demasiado tráfico.
Con un poco de fresco, porque todavía no ha comenzado a brillar el sol y además la zona es sombría, alcanzo el alto del Puerto de Laza.
Tras la subida viene una cómoda y rápida bajada, y cuando me quiero dar cuenta me he pasado el cruce que me llevaba al centro de esquí de Abodi, así que tengo que recular, dar media vuelta y volver al cruce, donde además había saludado a un operario que allí había regulando el tráfico. Al llegar al cruce este operario, con el que estará un rato hablando, me dice que la carretera está cortada incluso para bicis ya que la están asfaltando. No me queda otra que bajar hasta el bonito pueblo de Ochagavía para luego coger la carretera que lleva hasta las Casas de Irati. Como me dice el operario, es un camino más largo pero él cree que menos duro.
Ochagavía
Bajo prácticamente 10 kilómetros hasta llegar a Ochagavía pero voy pensando que todo lo que baje lo voy a tener que subir de extra. Aprovecho este rodeo para desayunar tranquilamente en Ochagavía mientras los ciclistas del pueblo se van reuniendo para echar la mañana por las carreteras.
Con el estómago  y el tobillo dolorido continúo la jornada cruzo el río y cojo el desvío que lleva hasta la selva del Irati por la carretera NA-2012. Aunque desde el principio la carretera va hacia arriba durante los primeros 5 kilómetros apenas se nota el desnivel por lo que voy a buen ritmo disfrutando del paisaje. 
Sin embargo, al pasar junto a una granja, el panorama cambia, la pendiente se acentúa, siendo del 10% de media, y el sufrimiento también. Voy un poco agobiado con el tobillo lo que hace que no termine de coger ritmo de subida y voy excesivamente cansado, lo que me obliga a para un par de veces para tomar aire. 
Todavía es temprano en la mañana y hace muy buen tiempo por lo que hay mucho tráfico en la carretera de entrada al Irati. Para mi sorpresa, la última parte de la subida es la que más cómodo subo así que acabo llegando arriba en mejor estado de lo que estaba a media subida. 
Las vistas desde el Mirador de Tapla en el alto son espectaculares.
Mirador de Tapla
No es la primera vez que estoy por Irati, incluso en bici, pero me fascina tanto el lugar que estoy impaciente por recorrerlo. La bajada hasta Casas de Irati es rápida y cómoda y enseguida estoy rodeado de turistas que hacen cola frente a la caseta de información para que les indiquen cuál es la ruta que van a hacer en función de su interés y condición física. Estoy haciendo tiempo para que llegue mi coche de apoyo con el almuerzo, y es que he llegado con bastante antelación. Me hace gracia presenciar un par de discusiones entre quienes van a hacer alguna ruta. La primera es entre una pareja en la que ella no está tan interesada como él en ir andando hasta el pantano. Y la segunda es en una familia en la que el hijo, que no es tan pequeño, pasa olímpicamente de dar dos pasos seguidos. Es una pena que algunos no sean capaces de admirar la singular belleza que les rodea.
Tras esta larga parada y el estupendo almuerzo, siempre la comida en el campo entra mejor, me dispongo a atravesar la Selva del Irati.
Selva del Irati
El camino es muy cómodo, tanto por el estado como porque es prácticamente llano, aunque en su primera parte está lleno de gente paseando y sobre todo por la belleza del entorno. Hay que ver lo que cambian las cosas cuando se les da publicidad, cuando vine aquí por primera vez, hace ya unos cuantos años, atravesé la Selva del Irati con el coche (cosa que ahora está totalmente prohibida), el camino estaba destrozado porque iba sufriendo por el coche, y no encontré un alma en todo el recorrido. 
No tardo mucho en llegar al Embalse de Irabia, rodeado de hayas y de gran belleza.
Selva del Irati. Embalse de Irabia
Al llegar al embalse dejo el camino principal para coger una senda que me va a llevar a la otra orilla. 
Selva del Irati. Embalse de Irabia
Para mi sorpresa, el puente que debía cruzar está derruido así que me toca buscar alternativas.
Selva de Irati. Puente derruido sobre el Embalse de Irabia
La alternativa es seguir por el camino principal que ya sé que lleva hasta la presa que es a donde me debía llevar la otra senda. La pista forestal lleva hasta el Puente de la Cuestión que cruza la Regata de Kontrasario. En este punto me encuentro en la frontera entre España y Francia, aunque en realidad no lo sabré hasta este momento en el que me encuentro describiendo la ruta.
Selva de Irati. Regata de Kontrasario.
Siguiendo la pista enseguida llego a la presa.
Selva de Irati. Embalse de Irabia
Tenía recuerdo de que al llegar a la presa el final de la Selva de  Irati estaba cerca pero nada más lejos de la realidad. Para empezar me encuentro una subida de casi 4 km con la que no contaba y se me hace interminable. Como todo lo que sube tiene que bajar luego tengo otros 4 km de cómoda bajada para recuperar fuerzas.
Voy lanzado cuesta abajo y al llegar a las primeras casas me paso el cruce a mano derecha que tengo que coger. Freno en seco, doy media vuelta y veo un muro, porque no es una subida, es un auténtico muro, que es el que tengo que subir. Pensaba que no iba a poder pero al final llego arriba con menos dificultades de las esperadas. 
Al final de la cuesta abajo llego a la fábrica de armas de Orbaiceta. Tenía ganas de llegar aquí porque era un paraje que no había llegado a conocer. Aquí hago una parada larga para recorrer completamente el lugar, ya que todo lo que sean despoblados o ruinas me encantan, ya que trato de imaginar como era la vida cuando estos lugares estaban en pleno apogeo. Además, en la fuente de la esplanada me encuentro una manguera conectada y aprovecho para darle un lavado a la bici. 
Fábrica de armas de Orbaiceta
Tras la visita cultura hay que seguir el camino, compartiendo recorrido con la GR-11 y la Eurovelo, subiendo hasta el collado de Nabala por una muy buena pista que lo hace fácil.
La verdad que en este viaje vaya por donde vaya encuentro lugares de una extraordinaria belleza. 
El descenso del collado me lleva a Roncesvalles, lugar donde empezó mi fiebre por los viajes en bicicleta al hacer el Camino Francés.
Roncesvalles
Al terminar la etapa sigo con bastante dolor en el talón y cuando me siento veo que se me ha inflamado mucho así que no me queda otra que ir a urgencias a que me lo miren. Casi me duele más ir sabiendo que me van a decir que tengo que reposar pero tampoco es cuestión de hacer el burro que la otra vez me costó un año recuperarme por no descansar correctamente. Tras salir de la consulta resulta que no hay nada roto y que todo se debe a que me ha debido de picar una abeja, una avispa o algo parecido y eso es todo. Con el miedo con el que me fui a la cama ayer hoy podré dormir con unas perspectivas totalmente distintas.


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