Vuelta a Ibiza 2: Portinatx-Sant Antoni

Etapa 2: Portinatx-Sant Antoni
Distancia: 51 Km
Hora inicio: 8.20 h
Hora final:  15.40 h
Velocidad media: 9,62 Km/h
Desnivel acumulado: 1.426 m
Tiempo sobre la bici: 5.15 h aprox.


Ayer por la tarde el tiempo cambió radicalmente y, además de llover un poco, se levantó un vendaval así que me despierto un poco preocupado por el tiempo que me voy a encontrar. Sin embargo, al mirar por la ventana compruebo que luce un día despejado y con, aparéntemente, buena temperatura.
Portinatx

La sorpresa que me llevo es que la ropa no se me ha secado así que como en el hotel me guardaron la bici en el cuarto de la lavandería aprovecho a poner la secadora mientras desayuno. 
Empiezo el día con mucha tranquilidad, o más bien precaución, porque después de lo de ayer estoy seguro que hoy me voy a encontrar también con alguna encerrona que me va a hacer sufrir.
Para comenzar circulo por la carretera EI-300 hasta que al llegar a la Cala Xarraca toca dejar esta carretera y coger el camino asfaltado que pasa por la propia cala.
Cala Xarraca

Una vez que se toma este camino se acaba la tranquilidad ya que es en ascenso y con buenas pendientes. Al final del descenso llegamos a Cala s'Illa. 
Cala s'Illa

En la cala, precisamente, acaba el asfalto y el camino que continúa está muy roto, aunque de momento se puede continuar sobre la bici, aunque la ruta comienza a tomar pendiente. Poco más adelante la pendiente se acentúa y el camino empeora hasta hacer imposible continuar pedaleando así que toca arrastrar la bici durante un rato. 

Un poco más adelante me puedo volver a subir sobre la bici, aunque no sin esfuerzo. El entorno es típicamente mediterráneo y se agradece no divisar ninguna construcción moderna. 
Lo que si se pueden observar son antiguas y elaboradas terrazas que en su día debieron utilizarse para cultivar y aprovechar el agua. Tras el descenso vuelve a aparecer la civilización y se coge una carretera que lleva a la Cala Benirrás. 
Cala Benirrás
Nuestra ruta no nos acerca hasta la playa sino que enseguida dejamos la carretera para coger otro camino asfaltado que nos llevará hasta el Puerto San Miguel tras superar otro puerto que me hace sudar.
Puerto San Miguel
Me acerco hasta la playa en busca de una fuente para reponer líquido pero la única que encuentro está rota. Curiosidad que las dos únicas fuentes que encontré en Ibiza estaban sin agua.
Salgo por la carretera PM-804 y enseguida giro a la derecha por otra pista asfaltada en continuo y pronunciado ascenso hasta llegar a otra zona de urbanizaciones donde acaba el asfalto y el camino se convierte en tierra..
La etapa de hoy está haciendo mella en mis fuerzas ya que es un continuo sube y baja, y además las pendientes son considerables, con lo que el ritmo que llevo es bastante lento. No obstante, en general el paisaje es muy reconfortante y compensa el esfuerzo realizado.
Tras pasar la última casa de la urbanización comienzo una baja muy pronunciada por un ancho camino. Al acercarnos al acantilado, en una cerrada curva, dejo este camino para coger una espectacular senda. Sin duda es uno de los tramos más impresionantes de la vuelta a Ibiza. Se trata de una senda ciclable al borde del acantilado en la que en algún momento incluso se puede llegar a pasar un poco de miedo. 
Senda de bajada a El Portixol
Y si la senda es espectacular, el final del camino lo es todavía más, y es que nos lleva hasta, según algunas guías de Ibiza, a la cala más salvaje, El Portixol. 
El Portixol
La cala es impresionante y solitaria ya que ni siquiera me crucé con nadie en la bajada. El que quiera bajar andando el coche lo tiene que dejar a unos 2-3 km por lo que no creo que sea visitada muy a menudo. Cuando despierto del sueño al que me lleva semejante estampa, giro a mi espalda buscando el camino de salida de la cala y encuentro una senda, por llamarle de alguna manera, que escala la pared. Me enfrento a algo más de 1 Km, no de subida sino de escalada, que tengo que superar con la bici al hombro, y que, para hacerse una idea de la dureza, me llevó una hora de tremendo esfuerzo. Hay que tener en cuenta que voy con alforjas por lo que casi estoy más tiempo parado, cogiendo oxígeno y recuperándome, que en marcha. En los últimos metros la pendiente disminuye pero el camino sigue haciendo imposible andar en bici.
Últimos metros de salida de El Portixol
Cuando por fin encuentro un camino en descenso tampoco puedo descansar mucho ya que se trata de un camino muy pedregoso.
Finalmente, ya por un buen camino, alcanzo la carretera des Placita d'Albarca. En este momento tengo dos problemas, el primero que voy sin agua y no encuentro lugar para reponer, y el segundo que llevo ya una paliza considerable. Con la alergia que le tengo a la carretera y casi estoy deseando de que este recorrido por asfalto dure un buen rato. Todo mi gozo en un pozo, ya que, no sólo tengo que dejar el asfalto, sino que entro nuevamente en un tramo en subida. Aunque, nada más dejar la carretera, veo gente en una casa y les pido agua. Por lo menos me he deshecho, de momento, de uno de mis dos problemas. El de la fatiga tiene peor solución.
Este tramo era agrícola y ahora me estoy introduciendo nuevamente en un terreno forestal con caminos muy pedregosos por los que es muy complicado avanzar, y más teniendo en cuenta el fuerte desnivel.
Por fin encuentro un cómodo tramo de descenso que termina al llegar al camino asfaltado Corona de Dalt. Siguiendo la carretera llego a Santa Inés, donde hago una parada para retomar fuerzas, e incluso pienso en comer, aunque finalmente no lo hago, por la buena pinta que tiene la comida que están sacando. 
Continúo por asfalto unos 4 km y lo abandono en una curva de 90º y entro en una zona boscosa, con el camino nuevamente haciéndome esforzar por ser en subida. Aunque esta vez enseguida me encuentro con una larga bajada que me lleva hasta Cala Salada.
Cala Salada
Al no haber separado la ruta previamente por etapas estoy un poco perdido y no se cuanto me queda realmente para llegar a Sant Antoni, lugar donde finalizaré la jornada y donde espero comer, aunque sea tarde.
El cansancio me hace no mirar al GPS al salir de la cala y equivoco el camino. Cuando me doy cuenta decido no volver atrás y recuperar el track más adelante. 
De repente veo Sant Antoni delante mía así que el final de la jornada lo encontraré antes de lo que pensaba. Finalmente recorro todo el paseo marítimo de Sant Antoni antes de llegar al hotel donde descansaré en esta segunda jornada de mi vuelta a Ibiza.





Vuelta a Ibiza 1: Ibiza-Portinatx

Tras dos años de espera, por haberme roto el tendón de aquiles, y con no mucho rodaje, precisamente por ello, a mediados de Junio de 2019 parto rumbo a Ibiza para recorrerla durante 3 días, con las alforjas.
Siempre que termino una ruta me pregunto si ha merecido la pena y si ha cumplido mis expectativas, y, aunque parezca mentira, con Ibiza no lo tengo claro. Y no es que la isla no sea espectacular, es que el uso que se está haciendo de ella la está echando a perder. Allí donde se pueda llegar en coche, aunque sea por un camino apenas transitable, allí que se ha construido una bonita villa, con su no menos pintoresca piscina. Por supuesto que todo lo referente a la ley de costas en Ibiza debe hacer más referencia a la cantidad de dinero que se quiera pagar, que a preservar el entorno. Y para todo aquel que quiera ir en busca del espíritu bohemio del que tanto presume Ibiza lamentablemente encontrará los núcleos urbanos rendidos al turismo ingles de fiesta y al pijerío de las espectaculares villas. 
Y una vez hecho el repaso de la nefasta gestión que lleva a Ibiza me centraré propiamente en lo que a la ruta se refiere. 
Diseñe la ruta a seguir con la información de usuarios de wikiloc, y lo primero que tengo que decir es que hay que tener mucho cuidado de donde se mete uno. Mi ruta está plagada de encerronas continuas, algunas de las cuales me han supuesto un esfuerzo sobrehumano y un desgaste descomunal. Así que para el que pueda estar interesado en seguir mis pasos le recomiendo que se lea atentamente toda mi experiencia y sopese bien la ruta a elegir. Mi intención es, no sólo indicar los tramos que evitaría, sino diseñar una ruta alternativa a la mía para evitar semejantes encerronas.

Etapa 1: Ibiza-Portinatx
Distancia: 79 Km
Hora inicio: 8.25 h
Hora final:  18.55 h
Velocidad media: 8,78 Km/h
Desnivel acumulado: 1.760 m aprox (me quedé sin bateria en el GPS)
Tiempo sobre la bici: 9.30 h aprox.

Mi punto de partida y final de la vuelta a Ibiza ha sido la playa d'en Bossa. Así, salgo al punto de la mañana del hotel en dirección a la playa para recorrer el paseo marítimo mientras los turistas más madrugadores, y algún trasnochador, dan un paseo matutino. 
Playa d'en Bossa

Al llegar a la playa de Figueretas comienzo a subir hacia la ciudad amurallada. 
Subida hacia las murallas

En el ascenso pasaremos por Puig de Molins donde contemplaremos algunos de los muchos molinos que todavía quedan por la isla.


La entrada a la ciudad amurallada la hago por el pasaje de Es Soto Fosc que a través de una bonita escalinata se adentra en la ciudadela fortificada.
Es Soto Fosc

Una vez arriba me doy un paso por el bien conservado e interesante recinto amurallado antes de bajar al puerto y continuar la ruta.

Desde las alturas, además, tenemos unas espectaculares vistas de la ciudad de Ibiza y especialmente de su bahía.
Desde el puerto, a su vez, tenemos una bonita panorámica de la ciudad amurallada.
Ibiza

Enseguida se llega a cala Talamanca y atravieso tranquilamente la playa, contemplando la cantidad de barcas que descansan en la bahía.
Cala Talamanca
Al final de la cala el camino desaparece y con la bici a cuestas subo por la piedra hasta encontrar nuevamente marcada la senda, 50 metros más adelante, al llegar a un complejo hotelero. Lo siguiente que aparece ante mi es Cala Roja, desde donde se tiene unas bonitas vistas del Cabo Martinet. 
Cabo Martinet

De aquí me voy hacia el interior, primero por asfalto. luego por un buen camino de tierra en ascenso y cuando comienzo a descender y me encuentro con una cancela cerrada, tomo un sendero por la derecha que me lleva nuevamente al mar. 

Pedaleando junto al acantilado llego a la playa de s'Estanyol donde paro brevemente. A estas alturas ya me voy dando cuenta de que la ruta no va a ser fácil ya que han pasado dos horas desde que arranqué y llevo recorridos unos 14 kilómetros. 
Playa de s'Estanyol

Sigo recorriendo el bosque, nuevamente hacia el interior por caminos que no están en muy buen estado pero que son autopistas en comparación con lo que me encontraré posteriormente.
Pozo de agua típico Ibicenco
Pasmos junto a un campo de golf y nuevamente me encuentro frente al mar en la cala Sol d'en Serra. 

Cala Sol d'en Serra

Apenas unos metros más adelante estoy en Cala Llonga, donde cometo el error de no parar a reponer líquido por ir obsesionado por el ritmo tan lento de avance que llevo. 
Cala Llonga

Antes de seguir describiendo mi itinerario haré la recomendación de no continuar el camino que yo tomé sino coger el camino alternativo por Valverde hasta lo más alto de las urbanizaciones. 
Yo salgo de Cala Llonga por la calle Kilimanjaro, cuyo nombre es presagio de las penurias que voy a pasar. Al principio el ascenso es complicado, por la propia pendiente del camino y por el estado del mismo. Al pasar la última casa el camino se convierte en senda y enseguida se hace intransitable.
Senda, todavía ciclable, entre Cala Llonga y Cala Blanca

A partir de aquí me llevo el primer gran calentón de la ruta. Y es que ya no es sólo que la senda se vuelva inciclable, es que presenta semejante pendiente que más que andar lo que tengo que hacer casi es escalar con la bici al hombro. Con el peso acumulado de las alforjas avanzo muy penósamente, gastando demasiada energía y acabando enseguida con mis reservas de agua. Calculo que me llevará media hora superar este tramo hasta que la senda se vuelve transitable. 
Con el miedo de no tener agua, no saber lo que me voy a encontrar a continuación y no saber cuanto me queda para volver a la civilización para reponer fuerzas, el camino se vuelve favorable y voy descendiendo por un bonito sendero. 
Mientras bajo veo una senda que sube por una ladera de roca y convencido de que ese no puede ser la ruta continúo, hasta que el gps me avisa de camino equivocado. Vuelvo sobre mis pasos pero sigo convencido de que ese no puede ser el camino por lo que decido seguir bajando por la senda con la esperanza de que el gps esté equivocándose. Enseguida llego a esta curiosa tortuga hecha de piedras.

Después paso junto a un incomprensible túnel. Incomprensible porque no logro entender que pinta aquí, con que propósito se hizo, ni a donde conduce. 
Túnel de Cala Blanca
Luego, buscando información al respecto, veré que se trata de un absurdo intento de construir en esta zona, y de que el túnel conduce a Cala Blanca.
Cala Blanca

Y cuando finalmente encuentro otras dos nuevas figuras compruebo que he llegado al final de la senda.

Ahora ya no me quedan dudas de que esa senda que se intuía en la ladera rocosa es mi salida de este entuerto. Arrastro mi bici camino arriba con el miedo de la nueva encerrona que me voy a encontrar. Y cuando me voy a enfrentar a la ladera sufro pensando en el esfuerzo que me va a suponer superarla y lo que vendrá después. No sin esfuerzo subo la ladera, pero para mi sorpresa la senda enseguida se hace transitable y llego sin más imprevistos a Caló de s'Alga.
Caló de s'Alga

Cruzo el Río de Santa Eulalia por el puente peatonal para llegar a Santa Eulalia des Riu donde hago una parada obligatoria para tomar oxígeno, reponer fuerzas y coger líquido.
Hago una parada frente a la playa para reponer fuerzas y líquido que he llegado exhausto. 15 minutos más tarde, no diré que como nuevo, pero si ya bastante recuperado, continúo mi camino paseando cómodamente por la playa y el puerto de Santa Eulalia. Después de tanta penuria se agradece pedalear sin esfuerzo y disfrutar del entorno.

Como se que todavía espero más de una encerrona ando tranquilamente y con ritmo pausado porque ya tengo asumido que es imposible hacer una media decente en esta ruta.
El camino me regala curiosas estampas de vez en cuando, como es el paso por este jardín particular a la orilla del mar.

Cruzo la Playa de S'Argamassa pensando en el lugar donde haré parada y fonda para comer.
Playa de S'Argamassa

Y poco después me encuentro en la bonita Cala Nova tras haber pasado la Playa des Canar.
Cala Nova

Pierdo de vista el mar durante un rato circulando entre pinares y urbanizaciones hasta que desemboco en la pequeña Cala Mastella donde un puñado de personar disfrutan de este bonito paraje.
Cala Mastella
Mi camino continúa por un pequeño entorno vegetal típicamente mediterráneo salpicado de exclusivas casas unifamiliares y paso junto a la Cala Boix.
Cala Boix
Tras mi parada en Santa Eulalia el camino no me ha provocado ningún sofoco y ahora circulo cómodamente por un entorno más agrícola, aunque todo los que son caminos en Ibiza están muy rotos. Así alcanzo la bonita Cala de Pou des Lleó donde se pueden observar varios embarcaderos antiguos.
Cala de Pou des Lleó

Voy con la esperanza de que me quede poco para llegar a Es Figueral porque ahí es donde tengo previsto comer, y el estómago ya me está pidiendo algo sólido. Este tramo costero es muy espectacular y bastante solitario ya que sólo encuentro a algunas personas por las calas, pero a nadie por los caminos.

Abandono la costa y me sumerjo en un entorno rural, más auténtico de lo que me esperaba encontrar en Ibiza, aunque la felicidad dura poco y enseguida vuelvo a darme de bruces con grandes urbanizaciones llegando a Es Figueral. Por fin llega la hora de hacer parada y fonda y de disfrutar de una buena comida.

Tras la comida circulo nuevamente por el medio rural y aunque voy sobre asfalto, la carretera EI-200 no tiene apenas circulación, y el entorno es bastante natural que me lleva a la Cala San Vicente.
Cala San Vicente

No entro en la cala sino que continúo por la carretera PM-811 hasta que en una curva me desvío por un camino asfaltado que presenta una fuerte pendiente y además de suponerme un gran esfuerzo, me hace avanzar muy lentamente mientras asciendo el zigzageante puerto. 


Más tarde abandono también el asfalto aunque sigo por un buen camino y aunque parece que voy dejando atrás todo signo de civilización de repente me encuentro delante de una espectacular piscina, ya que, siguiendo el track, me he metido en una finca particular. El propietario, que está en la casa, y que es extranjero, me indica amablemente cuál es el camino a seguir bordeando su propiedad. Me encuentro una curiosa escultura mientras bordeo la finca.

Durante un buen tramo el camino es totalmente impracticable y me vuelve a tocar arrastrar la bici, con el esfuerzo que ello supone, especialmente si la senda va en ascenso, como es el caso.

El día se está estropeando y el cielo comienza a amenzar lluvia. Como todavía me queda un rato tengo la sensación de que me acabaré mojando. Por fin voy recorriendo un bosque mediterráneo aparéntemente virgen y parece que se trate de una de las zonas que todavía quedan relativamente salvajes en la isla. La senda tiene mucha roca y piedra suelta y, aunque es ciclable, se avanza lentamente con mucha penuria. Cuando comienzo el descenso hacia el mar me doy cuenta de que los frenos de la bici están muy castigados, y es que no me extraña por lo que he tenido que abusar de ellos. Con ello, la bajada la tengo que hacer con precaución, incluso cuando finalmente encuentro el asfalto que me lleva a la Cala de Ses Caletes. 
Cala de Ses Caletes

A pesar de que se puede llegar hasta esta cala por carretera asfaltada se encuentra lo suficientemente alejada de la civilización como para que se pueda considerar bastante salvaje. La única prueba de vida que encontré fue la presencia de los característicos embarcaderos antiguos presentes incluso en las calas inaccesibles por vía terrestre. 
Llevo todo el día obsesionado con la senda de salida de la Cala de Ses Caletes y cuando nada más entrar en ella tengo que bajarme de la bici y comenzar a tirar de ella compruebo que mi miedo se ha hecho realidad. Se trata de una senda prácticamente cerrada por la que parece que hace mucho tiempo que nadie ha pasado, así que imaginarse lo que es para una bici con alforjas. Tras recorres doscientos metros, comprobar la dificultad de avanzar por la senda y el miedo de lo que me pueda encontrar a continuación, desisto de seguir el track marcado y desando la senda hasta volver nuevamente a la Cala. 
Como no tengo otra alternativa seguiré la carretera hasta mi destino final para el día de hoy, Portinatx. Empiezo a estar agobiado por no saber lo que me queda de recorrido, lo cansado que me encuentro y las nubes negras que amenazan tormenta. Y para mejorar el panorama, tengo que subir el duro puerto que acababa de bajar. Con paso cansino y mucho esfuerzo  logro alcanzar la cima y comenzar el descenso hasta alcanzar la carretera PM-811 en San Vicente de Sa Cala. Al poco de tomar esta carretera veo en un cartel que, para mi sorpresa, indica que me quedan 17 km para llegar a Portinatx. Y digo para mi sorpresa porque hace unas dos horas pasé por otro cartel que indicaba 19 km a Portinatx. 
Me resigno y, aunque me encuentro escaso de fuerzas, calculo que, por carretera, dentro de lo malo en poco más de una hora habré llegado a mi destino. 
Claro que esto era porque no sabía lo que me esperaba. Para empezar un puerto que nunca pensé que me podría encontrar en una isla de este tamaño y que incluso me obliga a parar un par de veces para darme un respiro y continuar. Las nubes que amenazaban lluvia finalmente dejan caer algo de agua que, dado el cansancio que llevo, incluso agradezco. 
Pero aún resulta, que cuando comienzo el descenso, que yo ya pienso que me llevará cómodamente hasta Portinatx, alcanzo Sant Joan de Labritja y me toca coger otra carretera que otra vez me obliga a subir un duro puerto. Así, exhausto, alcanzo Portinatx poco después de que haya comenzado a soplar un fuerte viento, y que poco después se convertirá en vendaval. 
La ruta, desde Ses Caletes, que pongo no es ni la que tenía previsto hacer, ni la que finalmente hice, sino la que recomiendo hacer, teniendo en cuenta que no tengo el conocimiento de haberla rodado para saber su estado y ciclabilidad.