3 Vuelta Navarra Buñuel - Sanguesa

 

Mapa y Perfil de la Etapa 3 Vuelta Navarra Buñuel-Sanguesa

Track Etapa 3 Vuelta Navarra Buñuel-Sanguesa

Sin duda la etapa que más miedo me daba teniendo en cuenta que estaba haciendo la ruta en pleno mes de julio. Y es que a lo largo de todo el día no se pasa por ninguna población y ni siquiera por ninguna fuente, o por lo menos que yo viera.

Empiezo la jornada temprano, cuando todavía quedan bastantes minutos para las 7 de la mañana y un buen rato para que salga el sol aunque el día ya clarea.

Salgo de Buñuel y nada más pasar el área de descanso de la Arboleda cruzo el Ebro. De momento la mañana está bastante fresca y como voy todavía desperezándome siento hasta frío. Dejo atrás el Ebro, por caminos de parcelaria, para no volverlo a encontrar después de que me haya acompañado sobre todo en el día de ayer.

Ebro
Un poco más adelante me encuentro con el canal de Tauste al que seguiré tan solo unos metros.
Canal de Tauste
Tras cruzar la carretera NA-176 se puede decir que me meto de lleno en las Bardenas. Desaparecen los campos de cultivo de la ribera del Ebro y entramos en un paisaje mágico, típico de este paraje que hipnotiza por las formas que se vislumbran en el horizonte. El amanecer que además me acompaña al entrar en el parque aumenta la magia del momento.

Se supone que esta zona es la Bardena Negra aunque yo más bien le hubiera llamado la Bardena verde porque no veo tanta diferencia en el color de la tierra como la que hay en la vegetación.

He de confesar que me esperaba un terreno más fácil y es que voy avanzando con bastante esfuerzo ya que el camino tiene tramos con buenas cuestas y me estoy metiendo una sudada impresionante. Y sin embargo voy helado de frío, empapado en sudor frío y con ganas de que salga el sol y empiece a calentar, aunque luego seguro que me arrepiento de este pensamiento.

Ya he estado un par de veces recorriendo las Bardenas con la bici, aunque en ambas se trataba de la Bardena Blanca, y la verdad que el paisaje me sigue impresionando.

Cómo no me dio tiempo de estudiar muy bien las etapas no sé lo que me voy encontrando y como además, por mis incursiones anteriores por la Bardena tengo en mente que no hay mucha cuesta la dificultad que me voy encontrando me pilla desprevenido. La puntilla la pone la subida a Loma Negra, que aunque es muy bonita también es muy dura.
Estoy descubriendo una zona de Las Bardenas que no conocía y que además es muy diferente. El alto de Lomo Negra está lleno de bordas, vestigio, supongo, de todas las vías pecuarias que por la zona confluían.
Al comenzar la bajada las vistas son increíbles. Lo que más miedo me daba de esta etapa era el extremo calor que puede llegar a hacer, y sin embargo, de momento, estoy pasando bastante frío, y es que a lo fresco de la mañana hay que sumarle que al final he subido a bastante altura.
La bajada es muy rápida, aunque corta, y el camino sigue siendo un continúo rompepiernas.
Mer sorprende que estando en pleno desierto de las Bardenas y teniendo en cuenta que este año es extremadamente seco hay numerosas charcas y pequeñas lagunas naturales. Me está costando más de lo que pensaba llegar a la zona que ya conozco del entorno del campo de tiro. Todavía me encuentro por la zona alta de la Bardena disfrutando de las vistas que hay desde lo alto.
La Balsa de Zapata me confirma la cercanía de la base militar y me sorprende cruzarme con varios ciclistas en dirección contraria a la mía.
Balsa de Zapata
A pesar de que no voy a ir por esa zona, ya que, aunque la Cañada de los Roncaleses original pasa por ahí, está prohibido el paso, se observa El Rayón en la distancia. He de confesar que esa es la zona más espectacular de Las Bardenas, y que, para el que no lo sepa, está prohibido el paso durante gran parte del año por ser zona de cría de diversas aves.
El Rayón al fondo
La aparición de coches me indica que me encuentro en el camino que rodea la base militar así que esto ya es camino conocido y me indica que no estoy lejos de Castildetierra, donde he quedado con el coche de apoyo para proveerme de agua.
Base militar
Al final no tardo tanto y apenas son las 10 de la mañana cuando llego a Castildetierra y hago un descanso para reponer fuerzas.
Castildetierra
Ahora toca salir de las Bardenas por el camino de Carcastillo observando desde la distancia el Rayón.
Al salir de la Bardena se encuentra el monumento al pastor.
Monumento al Pastor Bardenero
Al llegar a la carretera NA-128 hago una parada ya que he quedado con mi coche de apoyo para tomar un tentempié.
Ahora voy a recorrer un tramo con poca historia entre campos de cultivo sin atravesar ninguna población, como el resto del día, y ni tan siquiera ojearlas en la distancia. Tan solo el cruce del Canal de Navarra rompe la monotonía del camino.
Canal de Navarra
Voy oteando en el horizonte los montes cada vez más cercanos lo que me indica que no tardaré en comenzar a subir. 
Llego a un pequeño despoblado que parece que da comienzo al ascenso a Peña. 
También encuentro una cadena que corta el camino y que me crea un gran desconcierto. ¿Cómo puede estar cortada la Cañada de los Roncaleses?¿O es que me he desviado de la Cañada sin saberlo? Tras dudar un poco continúo el camino que me marca el GPS. El camino va ganando pendiente y dificultad ya que su abandono es notable. 
La paliza que me estoy dando en la subida es considerable hasta que llega un momento que ya no puedo continuar subido en la bicicleta, tengo que desmontar y seguir empujando la bici durante alrededor de 1 hora hasta que me encuentro frente al despoblado de Peña.
No había oído hablar de Peña hasta que lo descubrí planteando la Cañada de los Roncaleses y me impresionó el lugar. Hasta el punto que voy pensando que quizás tengo las expectativas demasiado altas para lo pueda encontrarme en la realidad. Sin embargo, cuando finalmente me encuentro frente a Peña confirmo que la realdad supera a la ficción y es que el lugar no puede ser más espectacular. Las vistas parecen una postal, como si estuvieran sacadas de una película medieval.
Peña
Tenía también alguna duda si acabaría acercándome hasta Peña o sólo la vería desde la distancia pero en cuanto veo la panorámica ni se me pasa por la cabeza no entrar en Peña y dar un pequeño paseo por su interior.
Da un poco de pena ver el estado de abandono de este increíble lugar. A pesar de haber sido declarado bien de interés cultural, Peña es un lugar desconocido para el público general, supongo que porque al ser privado, a alguien no le interesa ni su promoción ni tampoco su cuidado. Queda claro que no es suficiente con este tipo de declaraciones si ello no implica ninguna aportación al mantenimiento del lugar. Lamentablemente este tipo de lugares acabarán desapareciendo por el abandono físico e institucional al que son sometidos. 
Solo puedo recomendar la visita a Peña, a pesar de que suponga una buena caminata, porque hay pocos lugares tan impresionantes como este.
Todavía pensando en el abandono de Peña comienzo el descenso con mucha precaución, por el estado del camino, con grandes piedras sueltas, por lo cansado que me encuentro y sobre todo porque voy absorto en mis pensamientos sobre Peña. 
Cuando me quiero dar cuenta me encuentro con una nueva cadena en el camino cerrando el paso. Llego a Torre de Peña que está formado por un grupo de edificaciones dispersas, incluida la Ermita de San Gabriel, dentro de una finca privada.
Torre de Peña
Torre de Peña. Ermita de San Gabriel
Continuando en rápido descenso llego a Gabarderal, cláramente un pueblo de colonización, cosa que nunca pensé que se había hecho por esta zona.
Gabarderal
Tardo poco en llegar a Sanguesa, donde daré por finalizada la etapa de hoy.
Sangüesa. Iglesia de San Adrián de Vadoluengo
Sanguesa. Parroquia de Santiiago
Sanguesa. Portada de San Salvador
Castillo de Sanguesa