58 Km Estella - Corrales Zanabe - Calzada Zumbeltz

Estella - Corrales Zanabe - Calzada Zumbeltz

Distancia: 58 Km
Velocidad media: 10,7 Km/h
Desnivel acumulado: 1790 m
Tiempo sobre la bici: 5h 25m

Mapa y Perfil de la ruta Estella-Zanabe-Calzada

Mi prima marta, que últimamente está muy montañera, me habló de unas ruinas de unas construcciones que había encontrado en la zona de Zanabe. Miramos en internet y vemos que se trata de las ruinas de unos antiguos y bonitos corrales.
Como no conozco esa zona, y además tenía ganas de bajar por la Calzada de Zumbeltz, decido subir desde Estella aprovechando que el día ha salido soleado y con buena temperatura, teniendo en cuenta que estamos en Diciembre.
Salgo desde Estella por el camino que sube a las huertas del término de San Lorenzo y el Parque de los Desvelados, conocido de toda la vida como Las Calaveras. La subida es un aperitivo de lo que va a ser esta ruta y me hace entrar rápidamente en calor. En la subida paso por la huerta familiar así que aprovecho para colgar una foto en homenaje a mi abuela que tanto trabajó en adecentarla, aunque no es precisamente ahora casi ya en invierno cuando más lucida está.

Un poco más adelante llegamos a las ruinas de la Ermita de San Lorenzo y enseguida tomamos la bifurcación, en fuerte subida y por un camino muy roto, que nos lleva hacia Zurucuáin. Para el que quiera visitar las cercanas Calaveras debe seguir el camino  la derecha.
Tras superar las últimas cuestas desciendo hacía Zurucuáin. Iba a decir cómodamente, pero momentáneamente el día se nubla, la temperatura baja, y paso un poco de frío en el rápido descenso. Hago parada para ver la coqueta bodega Aroa.
Bodegas Aroa

Tras atravesar Zurucuáin bajo hasta el Regacho de Monjoliberri y se continúa en paralelo al regacho hasta Zábal. En el pueblo alcanzo la carretera NA-700 y pocos metros más adelante salgo por la calle de la cruz que es un camino asfaltado que me va a llevar con poco esfuerzo a Abárzuza.
Abárzuza
La ruta pasa bajo la torre de la iglesia y continúa por la Calle Mayor hasta cruzar el río Iranzu y encontrarse con la carretera NA-7135 justo a la altura del monumento a la Virgen del Puy. Y es que, aunque la basílica de la Virgen del Puy se encuentra en Estella, fueron un carbonero y un pastor de Abárzuza los que en el siglo XI, vieron aparecer unos haces de luz que surgían de la tierra, en el montículo de Estella conocido como El Puy.
Abárzuza - Monumento a la Virgen del Puy

Sigo la carretera y 3 kilómetros más adelante se encuentra el impresionante Monasterio de Iranzu. 
Monasterio de Iranzu
El Monasterio bien merece una parada y visita, pero yo continúo camino ya que he estado en numerosas ocasiones y alguna que otra boda.
Se abandona la comodidad del asfalto y se toma un camino que va en busca del nacedero del río Iranzu. Al principio el camino asciende suavemente, pero poco a poco va ganando en pendiente mientras recorre el bonito cañón que ha formado el discurrir del agua. La verdad, que los nacederos de los ríos de tierra estella forman unos parajes impresionantes y para muestra los del Urederra, el Ubagua y éste del Iranzu.

Asciendo con paciencia y guardando fuerzas porque presiento que no va a resultar fácil llegar hasta arriba. Y así, cuando la vegetación cambia y aparecen las hayas la pendiente va aumentando hasta que me encuentro con un autentico muro delante de mi.

Cierto es que el paisaje es precioso pero la cuesta es insufrible. Tras una pelea contra la cabeza para no echar pie a tierra y tras un gran esfuerzo, supero el rampón. Una vez arriba el paisaje es igual de espectacular sólo que ahora el camino es menos exigente y ahora se puede levantar la cabeza para observar la panorámica.
Unos kilómetros más adelante hay que coger una desviación a la derecha por un camino poco marcado que sube por la pradera hasta las ruinas de los corrales de Zanabe. Entre que el camino es prácticamente inexistente, lo pedregoso del camino, la pendiente y que cuesta avanzar sobre la hierba, la subida es durilla. Si bien, las vistas que se tienen desde arriba compensan el esfuerzo.
Corrales de Zanabe
Los restos de estos corrales son monumentales y no se parecen a unos simples corrales para ganado, así que debieron de tener un uso más importante o pertenecer a alguien poderoso.
Como no es que está muy en forma que digamos dudo si continuar o dar la vuelta como tenía previsto hacer. Pero me autoengaño, decido continuar y atravesar Urbasa hasta prácticamente Lizarraga. Me llama mucho la atención poder hacer la Calzada de Zumbeltz, que además, una vez llegado allí es todo prácticamente cuesta abajo.
Nada más continuar, la primera rampa que me encuentro tiene una pendiente considerable, lo que me lleva a replantearme la ruta. Aún así, decido continuar, son sólo unos 5 km los que me quedan hasta comenzar la bajada por la calzada.
Esta parte de la ruta ya la había hecho anteriormente, pero no recordaba que fuera tan dura. No es que presente desnivel ni grandes cuestas pero el camino es todo piedra suelta, raíces y palos escondidos bajo una bonita alfombra de hojas secas, que hacen muy complicado avanzar e incluso mantener el equilibrio.

Cuando por fin llego a la desviación de la Calzada me encuentro físicamente muy cansado, aunque me consuelo pensando que ahora va a ser cuesta abajo. 

Calzada de Zumbeltz

Y efectivamente la calzada es cuesta abajo, pero con lo que no contaba es con que fuera casi impracticable. Hay quien dice que se trata de una calzada romana pero dudo de que así sea, las calzadas empedradas romanas son duras para transitar, pero esta debe ser una calzada navarrorum porque algunos tramos son impracticables e incluso en bajada hacen falta crampones y bajar haciendo rapel de los pedazo escalones que tiene.
Y yo que pensaba tomarme un respiro en el descenso y lo que me estoy llevando es una paliza. Poco antes de llegar al valle el camino medio se normaliza y se puede avanzar sin peligro.

Al llegar al valle el camino casi desaparece, aunque se puede llegar por las piedras que marcan el camino. Al igual que pasaba en el raso de Urbasa la pradera que ahora cubre el camino hace que avanzar cueste bastante, así que cuando al final llego a empalmar con la carretera NA-120 agradezco poder tomarme por fin un respiro. El problema es que ya llevo una pájara considerable y todavía me quedan unos 20 Km por llegar. 
En este momento ya voy con el piloto automático. No lo había dicho hasta ahora, pero la calzada es el comienzo de la Cañada Real de Tauste a Urbasa-Andía. Así que sigo la cañada y abandono la carretera para circular por el camino paralelo por el que discurre. Hasta que alcanzo el camino que baja de La Trinidad, entonces giro a la derecha, cruzo la carretera y cojo el camino que va por mitad del valle. Después de atravesar prácticamente el valle conectamos con un buen camino en ascenso, que luego nos llevará a Ibiricu de Yerri por un descenso muy cómodo. En Ibiricu cogemos asfalto por la NA-120 para abandonarla enseguida por un precioso camino, donde parece que fuéramos los primeros en pasar, que nos conducirá a Abárzuza. 
Hago parada y fonda en Abárzuza para reponer fuerzas e hidratarme que ya no es que sea necesario, es que no puedo dar una pedalada más.
De Abárzuza tomo el camino de hormigón que lleva a Eraul. Sin embargo, antes de llegar al alto de Eraul se toma el desvío a la izquierda por un camino que luego se convierte en un bonito sendero. 
Antes de desembocar en la carretera comarcal que lleva a Urbasa, se toma un desvío en subida a la izquierda que nos llevará a Estella. Hay que tener cuidado porque al poco de comenzar una subida con mucha pendiente hay que tomar una senda poco visible a través de del campo.




09 Ruta Plata (Oviedo - Gijón)


9ª Etapa. Oviedo - Gijón
Distancia: 42 Km
Desnivel: 618 m
Tiempo pedaleo: 2h 45min
Hora Salida: 9h 15min
Hora Llegada: 13h 00min
Velocidad media: 15,5 Km/h
Mapa y Perfil de la 9ª Etapa de la Ruta de la Plata: Oviedo - Gijón
Último día de ruta y las sensaciones son extrañas cuando me levanto. De hecho voy tan ensimismado que no soy consciente de que está lloviendo hasta que salgo a la calle. No es que llueva en cantidad pero si que lo suficiente como para que retrase mi salida. Para variar, opto por entrar a una cafetería y desayunar tranquila y copiosamente antes de ponerme en ruta, mientras espero a que arrecie la lluvia.
Estoy un poco intranquilo porque tengo que llegar a Gijón antes de las 2 ya que tengo que dejar la bici en MRW antes de que cierren, y siendo sábado sólo abren por la mañana. Según el GPS tengo unos 50 Km para llegar hasta el final pero temo que la lluvia retrase mi llegada.
Mientras callejeo por Oviedo veo un cartel que indica Gijón a 30 Km, lo cual me indica que yo deberé in dando un buen rodeo, ya que mi GPS marca el doble de distancia. Salgo de Oviedo, sin saber muy bien hacia donde, pasando junto al hospital Monte Naranco y por el parque Purificación Tomás hasta llegar a Ules.
El día sigue gris y se escapa alguna gota, pero lo más duro es el trazado. Aunque el camino es de hormigón la pendiente es cercana al 20% en algunos tramos. Veo que estoy subiendo al Monte Naranco y entiendo la dureza del ascenso. 
Ules
Al alcanzar las cuatro casas que forman La Contriz se alcanza la cima, tras un gran esfuerzo, y comienza un rápido descenso que hago con mucha precaución porque el camino está mojado. Paso Ladines por asfalto y al llegar a la última casa desperdigada la carretera se termina y toca continuar por un estrecho camino. El camino está en buenas condiciones pero dado lo cerrada que esta la vegetación, en apenas 10 metros estoy totalmente empapado con el agua de las plantas. Me paro y sopeso si continuar por el camino y seguir chupando agua, a pesar de que no llueve, o darme la vuelta, cambiar de ruta y tomar la carreterilla que acabo de dejar.
A pesar de que no me suele gustar cambiar de trayecto e irme a descubrir caminos nuevos por lugares desconocidos, decido darme la vuelta y por asfalto intentar llegar a Gijón, para dejar de mojarme y chupar frío.
Así, a partir de este momento circularé como se hacía antaño, siguiendo los indicadores de las carreteras y olvidándome del GPS. Sin mucha historia, ni dificultad, ya que el camino va en ligero descenso enseguida me encuentro en Gijón, y un poco más tarde en la playa de Poniente.

Y con ésto, mucho cansancio y algo de morriña, acaba mi "Ruta de la Plata". Ahora, transcurrido un tiempo desde que regresé a casa, puedo confirmar que ha sido la ruta más espectacular de las que hasta ahora he realizado.
Gijón. Playa de Poniente

Llego con hambre pero antes de sentarme a la mesa tengo que buscar lugar para hacer noche para dejar los bártulos y empaquetar la bici para mandarla por mensajería. Esta mañana hablé con la oficina de MRW para asegurarme de que estuvieran abiertos. Una vez llego a la oficina son todo facilidades, incluso se encargan ellos de empaquetarla. La verdad que el trato que he recibido en las oficinas de Estella, Cadiz y ahora en Gijón ha sido espectacular, incluso ayudándome en las tareas de montaje y desmontaje.
Ahora si que puedo ir en busca de algún lugar para reponer fuerzas. Y una vez saciado el hambre me voy a pasear por Gijón, ciudad a la que hacía ya muchos años que no venía, y que me trae muy buenos recuerdos.
Gijón. Paseo de Begoña con la Iglesia de San Lorenzo al fondo
 
Gijón. Puerto



08 Ruta Plata (León - Oviedo)

8ª Etapa. León - Oviedo
Distancia: 122 Km
Desnivel: 2227 m
Tiempo pedaleo: 9h 05min
Hora Salida: 7h 50min
Hora Llegada: 18h 50min
Velocidad media: 13.4 Km/h
Mapa y Perfil de la 8ª Etapa de la Ruta de la Plata (León-Oviedo)

Aunque el sueño era hacer la ruta de Cadiz a Gijón, mi objetivo realista era llegar a León en 9 días tras haber recorrido unos 940 Km. Sin embargo, he conseguido hacer estos más de 900 Km en sólo 7 días así que, por primera vez, ya contemplo la posibilidad de acabar en Gijón. 
Lo que no había caído es que como en ningún momento había pensado realmente en poder pasar de León, no llegué a estudiar el recorrido de León a Gijón y no sé lo que me espera, así que me enfrento a lo desconocido, y lo pagaré en el día de hoy.
Madrugo con la ilusión de haber superado mi objetivo más optimista y tras callejear un poco por León antes de coger rumbo al norte.
León. Iglesia de San Marcos
Cojo la carretera LE-5504 lo cual no me agrada excesivamente ya que prefiero evitar el asfalto y sobre todo el tráfico. Por suerte en muchos tramos existe un andadero paralelo a la carretera que evita el ajetreo rodado. Me sorprende adelantar a algunos peregrinos hasta que caigo en la cuenta de que en realidad estoy haciendo el Camino de San Salvador que se dirige a Oviedo para continuar hasta Santiago por el Camino Primitivo.
Al cruzar Carbajal de la Legua la carretera acaba y se convierte en un camino de tierra. También es cierto que con la tierra aumenta la dificultad, pero debo ser un poco masoca porque prefiero el esfuerzo a la facilidad del asfalto, siento que me canso menos ya que disfruto más.

El paisaje también cambia, haciéndose más boscoso, más bonito y mucho más agradable para andar en bici. Las vistas no tienen nada que ver con la Vía de la Plata y tampoco el recorrido que de momento es algo más exigente.

Voy recorriendo la vera del río Bernesga que voy cruzando en repetidas ocasiones.
Río Bernesga
Me acuerdo de mi cuñado Alberto y lo que disfrutaría por estos lares pescando unas buenas truchas porque el río tiene unas aguas limpias y cristalinas.
Un poco más adelante me topo con una imagen que no puede ser más contraria a lo que estaba viendo hasta ahora, la Central termoeléctrica de carbón de La Robla.
Central eléctrica de La Robla.
Entro en La Robla a hacer un descanso y hacer un desayuno-almuerzo y reponer fuerzas en la plaza del pueblo. Tras retomar la marcha, al salir de La Robla tengo un momento de confusión ya que no termino de encontrar el camino que debo seguir. Finalmente, tras unos vaivenes retomo el camino, aunque un poco más adelante me toca incorporarme a la carretera nacional N-630. Por suerte, serán sólo unos pocos metros y al llegar a Puente de Alba vuelvo a recorrer la solitaria antigua carretera.
Peredilla
 Tras Peredilla vuelvo momentáneamente a la nacional N-630.
Ermita del Buen Suceso
Tras pasar la Ermita del Buen Suceso abandonamos la nacional por su izquierda camino de Nocedo de Gordón tras cruzar nuevamente el río Bernesga. Sin llegar al pueblo se coge un camino que discurre paralelo al río. Y se llega a la Pola de Gordón.
Pola de Gordón

Se abandona Pola de Gordón por la primitiva carretera junto al río y pasando bajo las vías del tren.

Enlazamos con la carretera LE-473 para llegar a Beberino. Y continúo por la carretera en dirección a Puerto de Pajares donde pongo como objetivo para hacer una parada para comer que ya empiezo a notar algo de cansancio. Sin embargo la ruta me hace abandonar la carretera hacia Puerto de Pajares y coger otra carreterilla local (CV-103-1) que de momento no se a donde me lleva pero empiezo a sospechar que no me va a ser fácil encontrar avituallamiento.


Atravieso Buiza, se acaba el asfalto y cojo un camino de tierra que me lleva a subir un puerto bastante exigente.

Al completar el descenso llego a Villasimpliz donde vuelvo a encontrarme con la nacional N-630 que seguiré, a ratos por el trazado nuevo y a ratos por la antigua carretera.
Río Bernesga
Abandono momentáneamente la nacional para entrar a visitar el pueblo de Villanueva de Tercia pensando en busca de un lugar donde reponer fuerzas pero no me queda otra que seguir adelante.
Villanueva de Tercia. Parroquia de San Pedro Apostol
Definitivamente abandono la nacional N-630 y cojo la carreterilla que me lleva hasta Pendilla de Arbas donde termina el asfalto y entro en un terreno espectacular e impresionante. Me encuentro en la Vía Romana de la Carisa.


En un principio no hago otra cosa que disfrutar pero llega un momento que la pendiente y el propio camino se vuelven imposibles y acabo sufriendo y disfrutando en igual medida.


Hay tramos en los que me tengo que bajar de la bici y hacer empujing. Me encuentro bastante exhausto y echo en falta la comida además de empezar a racionar el agua. 
Creo alcanzar la cumbre cuando llego al lugar donde antiguamente se encontraba un Castro en la Vía de la Carisa. Aprovecho la belleza del lugar para hacer un pequeño descanso.


Este es el lugar que también marca la frontera entre León y Asturias. Entiendo que a partir de aquí me debe de tocar una larga bajada en la que espero reponer fuerzas. Pero tras un pequeño descenso el camino llanea un rato o incluso tiene todavía alguna subida.
El panorama es espectacular, me recuerda a la zona de hospitales del Camino primitivo. Si no fuera por lo justito que voy de fuerzas aún lo hubiera disfrutado más. Y es que además, impone un poco de respeto encontrarse sólo tan lejos de la civilización. 


Este tramo, de todas formas, es fácil y divertido y poco a poco ahora ya si voy descendiendo. Por fin veo al fondo la civilización y empiezo a ver más cerca la posibilidad de llenar el buche que voy casi desfallecido.

Y tras un rápido descenso de unos 10 km alcanzo Carabanzo, aunque no encuentro lugar donde reponer fuerzas.
Carabanzo. Iglesia de San Román

Carabanzo. Palacio de los Faes de Miranda
El descenso termina al llegar al río Aller en Collanzo donde empiezo a encontrar recuerdos de la importante zona minera que un día fue este valle.
Collanzo

Al cruzar el río Aller encuentro un supermercado y finalmente hago parada y fonda para comerme la mitad de la tienda, donde la amable joven pareja que lo regenta incluso quiso regalarme una tabla de corte de mármol para la cocina que lógicamente no tuve más remedio que rechazar.
Que cierto es que se llena antes la tripa que el ojo. No consigo ni comerme la mitad de lo que había comprado. Y es que llegué con tanta hambre que me pasé comprando comida. Y eso que  la sentada me dura casi una hora.
Al retomar la marcha lo hago con parsimonia y tranquilamente por la carretera AS-242 en dirección a Mieres.
Palacio de Figaredo



Santullano
Sigo descubriendo vestigios de la importante cuenca minera que un día fue toda esta zona de Mieres.
Mieres
Al pasar por la antigua estación del Vasco, tren que conectaba Asturias con Bilbao, me recuerda al antiguo trenico, el trazado del ferrocarril Vaco-Navarro, hoy convertido en una más que interesante vía verde.

Mieres. Antigua estación del Vasco
Y callejeando por Mieres encuentro la solemne Iglesia de San Juan.
Mieres. Iglesia de San Juan

Junto a la iglesia encuentro la Plaza de Requejo, con el monumento al escanciador de sidra, y aprovecho para tomarme un respiro y hacer una pequeña parada para beber algo contemplando el buen ambiente que se va montando en la plaza.
Mieres. Plaza de Requejo
Abandono Mieres por la carretera con demasiado tráfico, para mi gusto, hasta que la carretera se dirige hacia Rebollada, cuando la carretera se hace más serpenteante, más dura, más tranquila y más agradable.
Rebollada. Iglesia de Santa María Magdalena

Con lo cansado que ya voy, al ver que la carretera se pone cuesta arriba tango la tentación de coger la autopista. Sin embargo, voy avanzando con ritmo cansino, intentando olvidar el dolor muscular y tratando de distraerme admirando el paisaje.

Empiezo a encontrar numerosos hórreos por esta zona, lo cual me ubica en el lugar en donde me encuentro ya que después de recorrer la península desde el sur uno tiende a desorientarse en algunos momentos.
Manzaneda
Un par de pedaladas más tarde me encuentro callejeando por Oviedo, ciudad que hace poco visité realizando el Camino del Norte y el Primitivo.
Ayuntamiento de Oviedo
Iglesia San Isidoro El Real
Catedral de Oviedo