05 Ruta Plata (Galisteo - San Pedro de Rozados)

5ª Etapa. Galisteo - San Pedro de Rozados
Distancia: 119 Km
Desnivel: 1534 m
Tiempo pedaleo: 8h 5min
Hora Salida: 8.10h
Hora Llegada: 19h 00min
Velocidad media: 14,7 Km/h
Mapa 5ª Etapa Vía Plata: Galisteo - San Pedro de Rozados
Como sólo éramos cuatro personas en el albergue la noche ha sido tranquila y he dormido plácidamente. Salgo sobre las 8 de la mañana cuando todavía hace fresco y doy los primeros pedales mientras me voy terminando de desperezar y con el cuerpo dolorido por tanto esfuerzo acumulado. Atravieso las impresionantes murallas entrando por la puerta del rey, subo hasta el centro de Galisteo y cruzo todo el pueblo.
Galisteo
Cojo un camino de tierra que me lleva a una carreterilla que prácticamente es una aburrida recta que discurre entre campos de cereal. 
Abandono esta carretera al llegar a unas fincas recreativas, todas ellas con su piscina, y enseguida llego a Carcaboso.
Carcaboso

Tras desayunar, continuo el viaje por un bonito camino rodeado de campos y prados con abundante ganado bobino, y por donde circulo cómodamente y a buen ritmo. Llego a una carreterilla y la cojo unos metros a la izquierda para enseguida dejarla tras cruzar una cancela. Tras cruzarla me encuentro una fuerte subida, aunque corta, y me adentro en una impresionante dehesa. Enseguida hay que abandonar el ancho camino y tomar una senda que recorre un espectacular entorno en lo que será uno de los tramos más bonitos de esta ruta.

Esta senda discurre junto a un murete de piedra que en un momento dado hay que cruzar. El camino va en continuo ascenso pero dada la belleza del entorno y lo que voy disfrutando del recorrido avanzo con apenas esfuerzo. Se sumerge uno en la naturaleza y sólo se rompe la magia al cruzar la carretera CC-12.2.
Y para terminar de completar el espectáculo, se llega a las ruinas de Cáparra. La sensación que le entra a uno al cruzar bajo su arco es indescriptible. Me detengo a contemplar las ruinas y disfruto en soledad, ya que no hay un alma, imaginando como sería este lugar en pleno esplendor.
Cáparra

Tras recorrer todas las ruinas, en una larga parada, no queda otro remedio de continuar la marca, aunque es un lugar que atrapa y cuesta dejar atrás.
Menos mal que el camino sigue siendo espectacular, rodeados de una interminable dehesa, y cruzando de vez en cuando algún arroyo.

Finalmente nos encontramos con el asfalto que nos recuerda que nos aproximamos a la civilización y abandonamos el entorno de cuento de hadas que hemos estado recorriendo durante unos intensos kilómetros. En realidad todavía quedan un buen tramo, alternando camino y asfalto, para llegar a Aldeanueva del Camino. En el tramo final me encuentro con alguna buena cuesta que me hace esforzarme un poco, pero todo queda compensado por la belleza natural que me rodea.
Aldeanueva del Camino

Después nos encontramos con el Embalse de Baños y poco más adelante con Baños de Montemayor, donde se puede decir que comienza la dura subida a Puerto de Bejar. A pesar de los famosos Balnearios de Baños no hago parada y afronto la subida. Claro está que los romanos ya tenían bastante con empedrar los caminos, pero intentar imitarles en el siglo XX con unas losas de piedra modernas sólo hace dificultar la circulación en bicicleta, y teniendo en cuenta la fuerte pendiente de la cuesta, el puerto se sube a ritmo lento. 
Baños de Montemayor - Crucero

Termina el ascenso cuando el Camino nos lleva sobre el asfalto de la carretera, lo que también marca el límite regional y adentrándonos ahora en Castilla León. Y como todo lo que sube tiende a bajar, me lanzo a un vertiginoso descenso, en principio por carretera y luego por camino, que termina al alcanzar el Puente de la Magdalena que cruza sobre el río Cuerpo de Hombre.
Puente de la Magdalena

Paralelo a la carretera discurre el camino que recorriéndolo tranquilamente, admirando el paisaje e imaginando quién y como pudo recorrer previamente está vía, nos lleva a La Calzada de Bejar. No obstante, antes de llegar a La Calzada de Bejar, tras dejar la compañía del asfalto, se encuentra una cuesta imposible de subir sobre la bici y que te hace llevarte un buen calentón. Recorro La Calzada de Bejar sin parar más que para hacer una foto.
La Calzada de Bejar

Casi sin esfuerzo, por el placer que supone recorrer este camino, se llega a Valverde de Valdelacasa, recorriendo campos de cultivo que alternan con encinares de dehesa.
Valverde de Valdelacasa

El camino va en progresivo ascenso y por asfalto se llega a Valdelacasa, donde tampoco paro. Aunque las distancias entre pueblos en algunos casos son grandes los kilómetros avanzan rápidamente ya que generalmente el recorrido no es muy duro y cuando uno no va embebido pensando en como hubiera sido recorrer este camino en tiempos de los romano, se embriaga con el paisaje que se recorre, con lo que la monotonía que en otras rutas se hace tan pesada, en este caso desaparece y el cansancio apenas aparece en ningún momento. 
El siguiente pueblo en aparecer es Fuenterroble de Salvatierra, donde hago un alto en el camino para reponer fuerzas.
Cuando uno despierta del sueño en el que va metido y alza la vista ve a lo lejos unos molinos eólicos sobre el Pico Dueñas, que desde la distancia parece que se superará sin excesivas dificultades. Sin embargo, conforme nos vamos acercando a los molinos la pendiente aumenta, el camino se estrecha y las dificultades incrementan. Finalmente el Camino se convierte en una tortuosa senda por donde por momentos hay que bajarse de la bici para poder avanzar.
Subiendo al Pico Dueñas

Al final, con bastante más esfuerzo del que presuponía alcanzo la cima cuando llego a la altura del último molino. Se trata de la cota más alta de la Ruta de la Plata y pararse a echar un vistazo alrededor bien merece la pena.
Pico Dueñas

El descenso es más sencillo y mucho más rápido, aunque o es muy largo. Camino de San Pedro de Rozados circulamos junto a una gran ganadería de toros bravos, que aunque se divisan en la distancia, imponen bastante. El porte de estas fieras es majestuoso y muestra fuerza en todo su esplendor, aunque se comportan de la manera más dócil en su pasear por la dehesa.
San Pedro de Rozados














ZARAGOZA (Canal Imperial - GR99 Ebro)


Canal Imperial - GR99 Ebro
Distancia: 98 Km
Velocidad media: 13,07 Km/h
Desnivel acumulado: 605 m
Tiempo sobre la bici: 7h 29m aprox.
Mapa de la Ruta: Alagón-Canal Imperial-Zaragoza-GR99 Ebro-Alagón
Esta es la primera de las rutas de fin de semana. Como voy acompañado empiezo con una ruta que no presente dificultades y que además no se encuentre muy lejos de casa. Así que para empezar nos vamos hasta Alagón para el primer día bajar hasta Zaragoza recorriendo el Canal Imperial, y el segundo día, subir de vuelta a Alagón por la vera del Ebro. 
Nos cuesta ponernos en marcha porque estreno portabultos ya que cambié de bici recientemente y tengo que colocarlas y ajustarlas. Así que cuando finalmente nos ponemos en marcha son prácticamente las 12 del mediodía. El día está gris aunque la temperatura supera los 20º, siendo un día perfecto para disfrutar sobre la bici. Salimos de Alagón en busca del Canal Imperial, y para eso tenemos que cruzar la autopista y las vías del tren.
Saliendo de Alagón
Paralelos a las vías del tren encontramos al Canal justo a la altura de la Autovía. Justo en ese momento compruebo que algo no va bien con las alforjas y al moverse me han roto un radio. Tenemos que parar un rato para intentar ajustar bien las alforjas con el nuevo portabultos. 
Estamos delante del Puente de Pamplona, que supongo que en su día sirviese para el paso de la carretera pero que hoy pero que actualmente sólo es un camino secundario. 
Puente de Pamplona
Ya centrados sobre la bici, el camino está en perfecto estado y se circula con facilidad y comodidad. Enseguida volvemos a atravesar las vías del tren, esta vez por debajo.
He de reconocer que desconocía todo lo referente al Canal Imperial y me ha sorprendido gratamente.

Esta obra de ingeniería adquiere otra dimensión al llegar a la confluencia con el río Jalón ya que el acueducto tiene unas dimensiones y belleza espectaculares.
Muralla del Acueducto sobre el río Jalón con la torre del Caracol
Acueducto sobre el río Jalón
En teoría nuestra ruta nos hacía cruzar por vado el río Jalón, pero las recientes lluvias lo hacen imposible así que tenemos que desandar un tramo y seguir por el propio acueducto. En un principio habíamos descartado la opción de seguir esta senda por lo estrecha que era y el miedo que daba circular tan cerca del Canal, pero finalmente no nos queda otra opción para continuar.
Acueducto sobre el río Jalón
Así que con un poco de respecto y mucha precaución al principio, nos adentramos en el acueducto. Acabaremos disfrutando este tramo ya que no es tan complicado como parecía y se puede recorrer totalmente sin echar pie a tierra. 
Pasado esta zona de confusión, indecisión y precaución, el camino vuelve a convertirse en una autentica autopista y seguimos disfrutándolo a ritmo tranquilo, ya que hace tiempo que no realizamos una ruta larga. 


Cuando llegamos a las compuerta el cielo gris se oscurece un poco más y caen unas pocas gotas. 


Durante un buen rato irán cayendo gotas esporadicamente que apenas llegan a mojar el suelo pero que nos atemorizan con pasar a mayores y estropearnos la jornada. Además, hay un par de momentos en los que el viento se desata con tanta fuerza que parece un vendaval. Afortunadamente se quedó todo en amenaza y el día acaba sin más sobresaltos meteorológicos. 
Puente de Claveria
Uno de los miedos que tenía en esta ruta era la monotonía de ir continuamente junto al canal con las mismas vistas. Sin embargo, el recorrido no se nos ha hecho aburrido ni mucho menos ya que además del propio canal atravesaremos distintos decorados.
Llegando a la base aérea

Uno de los más curiosos entornos que vamos a pasar es la base aérea que se encuentra un poco antes de llegar al aeropuerto. La llegada a esta zona se atisba con anterioridad por el despegar de los aviones. Si observamos con atención podremos ver antiguos aviones de combate por la base.
Base aérea

Aeropuerto de Zaragoza
Justo delante del puente que lleva al aeropuerto abandonamos el camino del Canal para precisamente cruzar el canal por el puente.
Aeropuerto de Zaragoza

Cambiamos de orilla para recorrer el curioso y bonito Parque Lineal Plaza.
Parque Lineal Plaza - Lago


Parque Lineal Plaza - Atalaya
Parque Lineal Plaza - Plaza de las Cinco Culturas
Parque Lineal Plaza - Laberinto Solar
Aprovechamos el parque para hacer un alto en el camino y reponer fuerzas. A la altura del Laberinto Solar encontraremos un puente que nos permite volver a cruzar el Canal.
Puente del Parque Lineal Plaza
Atravesamos otro puente y vemos las primeras casas que nos indican que ya estamos en Zaragoza.
Entrando en Zaragoza

Al entrar en el barrio de Valdefierro encontramos un embarcadero, aunque moderno. Y es que hay que recordar que uno de los objetivos de la construcción del Canal Imperial era precisamente su navegabilidad.
Embarcadero de Valdefierro
Está claro que el Canal supone un pulmón verde para la ciudad de Zaragoza y multitud de gente recorre sus orillas, simplemente paseando, o haciendo deporte.
Aprovechamos el entorno del Canal para hacer un alto en el camino y comer tranquilamente después de comprar víveres en un supermercado cercano en el barrio de Casablanca.
Es precisamente en el barrio de Casablanca donde encontramos uno de los elementos más espectaculares del Canal Imperial, las exclusas necesarias para que los barcos pudieran salvar el desnivel. Estamos en uno de los dos puertos que hubo en el Canal a su paso por la ciudad. Precisamente el nombre de Casablanca viene de la casa blanca donde llegaban los barcos que hacían el viaje entre Tudela y Zaragoza.
Exclusas de Casablanca
Siguiendo el recorrido llegamos al Ojo del Canal, nombre con el que se le conoce al acueducto que salva el río Huerva.
Ojo del Canal
Un poco más adelante abandonamos la compañía del Canal para conocer Zaragoza y subimos por el pinar que rodea el parque de atracciones.

Bajamos por el bonito Parque del Barranco.
Parque del Barranco
Y volvemos a encontrarnos nuevamente con el Canal aunque ahora lo recorreremos en dirección contraria a la que traíamos desde Alagón, remontando el curso del agua.
Un poco más adelante vamos a poder ver el Acueducto del Barranco de la Muerte, que curiosamente ya no soporta el paso del agua puesto que el Canal fue desviado en este tramo en el año 2003.
Para lograr compaginar la preservación de la estructura original y la construcción de la nueva vía se construyó una segunda estructura, por donde se desvió el canal. Así, se pudo vaciar la estructura original preservando los muros y se abrieron 4 pasos (dos calzadas y dos vía de servicio) a través de la vieja estructura, ahora liberada de carga. 
Acueducto del Barranco de la Muerte

Para concluir la primera jornada recorremos el Parque de José Antonio Labordeta donde se encuentra nuestro hotel y nos espera una reconfortante ducha para salir después a cenar por el centro de Zaragoza.
Zaragoza - Plaza de España
El ruido del viento nos despierta temprano cuando está amaneciendo. Nuestra intención era salir sobre las 9 de la mañana pero cuando corremos las cortinas nos entran serias dudas de que realmente hoy vayamos a poder coger la bici. Más bien, en realidad, lo que tenemos es seguridad de que va a ser imposible salir. Y es que no es que haga viento, es que está pasando un vendaval de agua y viento. Está claro que tendremos que buscar un autobús que nos lleve de vuelta con las bicis a Alagón, pero de momento aprovechamos para holgazanear un poco más en la cama. 
Cuando bajamos a desayunar, pasadas las 8, ha dejado de llover, aunque sigue soplando un vendaval. Mientras llenamos el buche miramos en tiempo en internet y vemos que el tiempo mejora a las 10 de la mañana. Y efectivamente, poco después de las 9 el cielo queda totalmente despejado, aunque la temperatura apenas pasa de los 10º C. 
Sobre las 10 de la mañana nos disponemos a comenzar a pedalear, con un día fresco pero soleado, y con el miedo de que el cierzo nos dé de cara y nos dificulte o imposibilite la marcha ya que la predicción meteorológica no es nada halagüeña en este sentido.
Comenzamos callejeando por Zaragoza hasta llegar a la Plaza del Pilar. Y es que aunque uno no sea muy católico hay monumentos que no hay que dejar de ver. Antes de llegar a la plaza nos encontramos con los restos de las murallas romanas y el bonito edificio del Mercado Central en reconstrucción.
Zaragoza - Murallas romanas

Zaragoza - Mercado Central
Zaragoza - El Pilar
Cruzamos el río Ebro por el espectacular Puente de Piedra, deteniéndonos en mitad del puente para deleitarnos con las vistas.
Zaragoza - Puente de Piedra
El paseo de la ribera del Ebro es una auténtica gozada. Avanzamos tranquilamente sorteando paseantes, corredores y familias bicicleteras mientras comparamos el contraste entre lo histórico y lo moderno.
Zaragoza - Pasarela del Voluntariado

Zaragoza - Pabellón Puente
Comprobamos que nos estamos acercando a la zona de la Expo 2008 cuando vemos el Pabellón Puente en el horizonte.
Antes de llegar a la Expo nos salimos del hormigón y recorremos un bonito sendero por la orilla del Ebro.


Ya en la zona de la Expo recorremos las instalaciones de lo que un día fue Exposición Universal y que hoy estando las instalaciones desmontadas y sin uso, no se encuentran tan abandonadas como yo me lo imaginaba.
Expo Zaragoza

Expo Zaragoza
Salimos de lo que un día albergó la Expo y nos encontramos esta curiosa zona de huertas después de haber pasado junto al campo de golf.
Tras una hora de recorrer Zaragoza por fin dejamos atrás la civilización y nos sumergimos realmente en el GR99 o Camino Natural del Ebro.
Río Ebro - GR99

Sin embargo, realmente todavía no hemos salido de Zaragoza, tal como comprobamos al llegar a lo que parece que es un pueblo pero que se trata del aislado barrio de Juslibol.
Zaragoza - Juslibol
El Ebro en esta zona se encuentra delimitado por los escarpes que separan la zona árida del verde valle.
Escarpes de Juslibol

Poco después atravesamos un bonito tramo en el que se encuentra el Parque Jalachos de Juslibol. Aunque el viento ha soplado todo el rato endureciendo el avance, de repente se vuelve vendaval y al salir del parque casi nos tira de la bici. Está claro que hoy nos va a tocar sufrir.
Tenemos que hacer un gran esfuerzo para alcanzar el puente de Monzalbarba para cruzar el Ebro.
Río Ebro a la altura de Monzalbarba
Bordeamos el cuartel militar para recorrer la vera del Ebro en un tramo que nos va a suponer un gran desgaste por la fuerza del viento, que en todo momento sopla en nuestra contra.
Sólo cuando hallamos resguardo al atravesar zonas arbóreas conseguimos dar un respiro a nuestras piernas y avanzar con menos dificultad al protegernos del vendaval.


Aunque en casi todo momento circulamos al lado del Ebro, la mayor parte del tiempo apenas lo podemos ver por vegetación que lo rodea.
Entramos en una bonita zona boscosa donde el viento ha tirado algún árbol que dificulta el paso.
Aunque la mayor parte del campo son cultivos y la vera del Ebro normalmente está plantada de chopos.
Por la orilla del río a través de una chopera llegamos al primer embarcadero que nos vamos a encontrar en el día de hoy.
Embarcadero de Sobradiel
El GR99 es de lo más variopinto. Aunque yo pensaba que sería todo camino ancho también se recorren estrechas sendas y en algún momento incluso la senda es se intuye más que se ve. Lo cual, bajo mi punto de vista, le da más encanto a la ruta.
Cuando abandonamos el cobijo de la vegetación nos volvemos a enfrentar a la fuerza del viento, que se hace patente más adelante cuando un árbol caído nos impide el paso.
Encontramos un tramo donde nos cuesta seguir el GR99 ya que hay que tomar una senda un poco escondida.
Poco más adelante llegamos al embarcadero de Torres de Berrellén. Si bien es cierto que las embarcaciones parecen estar en perfecto estado, tenemos la sensación de que no se haga mucho uso de ellas. Porque además, no parece que al otro lado haya ningún lugar a donde ir.
Embarcadero de Torres de Berrellén
Este embarcadero se encuentra junto a la desembocadura del río Jalón, que ayer cruzamos por el impresionante acueducto del Canal Imperial.
Desembocadura del río Jalón
Nos acercamos hasta Torres de Berrellén aunque como no nos encontramos donde parar a tomar algo decidimos continuar el camino. Salimos de Torres por asfalto y poco más adelante vemos una viña que no ha sido vendimiada y paramos a comer un par de racimos y coger fuerzas para ya, lo poco que nos queda.
Abandonamos la carretera y cruzamos el río Jalón.
Cruzando el río Jalón
Nos volvemos a encontrar con el Ebro y disfrutamos por última vez de la panorámica que nos regala.
Ya estamos a las puertas de Alagón, lugar desde el que empezamos el viaje ayer y donde ansiamos llegar, más que nada por el hambre que ya tenemos.


Alagón
Y aquí concluye esta bonita y sencilla ruta, donde nuestra mayor dificultad ha sido el fuerte viento y que nos ha sorprendido grátamente ya que no pensábamos que iba a ser tan interesante.